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Channel: Club montañero Sierra de Alcaraz
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Inma Martínez Jiménez, Premio al Mérito Montañero 2011.-

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El pasado martes, día 20, nos reunimos en el Centro Socio-Cultural del Ensanche, como de costumbre, dando por finalizado el periodo de verano. Después de intensos saludos y con la emoción del re-encuentro, repasamos el extenso Orden del día de la Reunión y procedimos a la elección del Montañero del Año. Esta vez no es Montañero, es Montañera: Inma Martínez Jiménez. Sin duda, es merecedora de todo nuestro reconocimiento, no solo por las últimas cimas alcanzadas (El Urriellu y el Mont Blanc), sino por todos sus valores y cualidades personales, que ha demostrado con su esfuerzo y buen hacer, recientemente, en la Organización de la Travesía GR 3 Calares y del Campamento de Alta Montaña en Picos de Europa; con su cariño, amistad y simpatía cada vez que nos hemos encontrado en la ruta; y con su pasión por la Montaña y la Naturaleza, que es ejemplo para todos. Tenemos que felicitarnos por haber sabido reconocer su valía y su mérito y por tener, tan cerca de nosotros, una persona con tantos valores, para que nos sirva de Guía en el camino.

Próxima actividad: Ascensión al Padrastro.-

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El próximo día 4 de Octubre, en la reunión habitual de los martes en el Centro socio-cultural del barrio del Ensanche, c/ Arquitecto Vandelvira, 73, cerca de la plaza Pablo Picasso, se realizará la inscripción a la actividad “Ascensión al Padrastro”, que inaugurará nuestras actividades de la temporada 2011-2012.

Después de recorrer la ruta está previsto que comamos juntos en el restaurante del Hostal Atalaya, y que entreguemos el Premio al Merito Montañero de este año.
El precio del autobús es de 15€. La comida (menú de la casa), se pagará en el restaurante.
Si alguien quiere inscribirse para participar, pero prevé que no podrá asistir a la reunión, puede enviar un correo al Club para encontrar una solución.

Ascensión al Padrastro, comida y entrega de Premio.-

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El pasado día 8 inauguramos las actividades de la temporada 2011 – 2012, entregando a nuestra compañera Inma el Premio al Mérito Montañero 2011, después de la ascensión al Padrastro (1.502m), y compartiendo menú en el hostal Atalaya.

La ruta se desarrolló con buen tiempo (demasiado bueno, hacía calor en el centro del día) y con una claridad excelente que permitía que se divisasen buena parte de las alturas de las sierras de nuestro entorno.

Fue de gran alegría contar, además de con amigos y compañeros habituales, con otros que no lo son tanto, y que hemos visto pocas veces. Y también contamos con la participación de un grupo de amigos que forman parte del Cuerpo de Bomberos, que, con su amena conversación, sus relatos y su simpatía, nos han dejado un agradable recuerdo. Esperemos que los veamos pronto a todos, y si es compartiendo ruta o actividades, mejor.

Al final, película con música y fotos de la pasada campaña, ron-miel, y autobús de regreso a casa, con más fotos, risas y cabezadas.

Al Mentiras por los Voladores.

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Casi sin quitarnos las botas, aún con el polvo del camino al Padrastro (1.502m) y con intactos recuerdos, muy buenos recuerdos, de los ratos compartidos en la ruta anterior, nos pusimos en camino a Los Prados para subir al Mentiras (1.896m), pero pasando primero por Los Voladores, a cota de 1.160m.

Y hablando de recuerdos, también teníamos frescas las reminiscencias del 7 de Mayo cuando una tormenta serrana nos hizo retroceder, hasta dos veces, y al final desistir, de nuestra intención de andar este camino.

Esta vez la climatología ha sido favorable, aunque con mucho calor, que sofocamos en la fuente de Los voladores, ya cerca de la cumbre, y que manaba buen caudal de agua a pesar de lo seco que está el monte. ¡Cómo será en tiempo de lluvias!

Los Prados; la Sima; Los Voladores, donde un amable hortelano se desvelaba con pasión por indicarnos los caminos; el Cortijo de Arroyo Cañizares, donde encontramos a un viajero errante con su simpática pareja italiana, que tanta alegría se llevó al encontrar almorzando, al pié de la noguera junto a su ocupada casa, a tanta gente junta por esos entornos; la subida al Mentiras, exigente y montañera, la cima, y después de comer en el “restaurante” con mejores vistas de la Sierra, el descenso por la cuerda, con sobrecogedores “cortaos”, los ocres del otoño pintando las praderas de helechos, la monumental presencia de la Molata del Imperio y el vertiginoso final cuesta abajo por las sendas que llevan al Cortijo de Prados Altos.

Bellísima jornada con la nota triste de la nueva lesión de Maica, de la que confiamos se recuperará pronto; ese es nuestro ferviente deseo.

Y, de vuelta a casa, tertulia, tentempié, refrescos y cervezas en el hotel de Yeste

Mis rutas con Taimade.

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Mi periplo por las serranías albaceteñas y alrededores mostrando las maravillas de nuestros calares y montañas próximas a dieciséis montañeros del grupo TAIMADE de Tenerife ha finalizado exitosamente y, sobre todo, con gran sorpresa por parte de los isleños al descubrir tanta belleza en general, diferencia de cota en los recorridos, colorido, agua a pesar de la sequía, cornamentas cercanas, culebras, arces y melojos de hojas amarillas y rojas acebo y espinos albar o también cojines de monja; con gran alegría por el buen tiempo y gran visibilidad desde nuestras cimas; gozo y regocijo al degustar nuestra gastronomía, gazpachos, mojes, chuletillas, queso curado, cocidos, ajo pringue, atascaburras o ajo mataero con orujos servidos por Sabas de "La Tobica" (ejemplo del endemismo humano producido por el aislamiento de nuestro valle de Tus demostrado en su humor, vocablos y entonación) y por Daniel de "El Laminador" dando buena muestra del buen hacer, las ganas de contentar y dejar buen recuerdo en los clientes.
17 de Octubre de 2011.
Joaquín Noves

Por el noroeste de Murcia

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Con el fin de ampliar nuestros horizontes nos hemos animado a descubrir nuevas rutas cercanas a nuestra capital por lo que hemos estado investigando el noroeste de Murcia. Hemos encontrado lugares bien comunicados en el entorno de Caravaca de la Cruz y Moratalla, que nos permiten un cómodo acceso para poder dedicar el tiempo a caminar y no a conducir. Descubrimos rutas de tipología variada, desde las que nos permitirían una clasificación de jornada de nivel II, con un posible fin en alguno de los lugares que también hemos conocido en la zona (no todo ha sido trabajar), hasta alguna jornada de nivel IV, en la que podemos ascender a un par de cumbres y pasar un entretenido día con 24 km de recorrido y 1300m de ascenso acumulado. Para que vayamos abriendo boca y descartando actividades del tipo que ya hemos disfrutado en el comienzo de temporada, proponemos para el próximo dia 10 de diciembre empezar conociendo el arroyo de Hondares y el valle del río Alhárabe, una ruta de nivel III, que sorprenderá a los que no conozcan este paraje por su vegetación autóctona (sabinas, olmos), los intrincados pasos que el paso del agua ha forjado con miles de años de erosión, los cauces de los ríos, con las pozas y cascadas que seguro que no os esperaríais encontrar aquí. Con ello esperamos suscitar el ánimo de socios y simpatizantes y que cuando menos os lo esperéis y estéis mas confiados podamos sorprendéros con ascensos al Nevazo, Peñarrubia, la Selva, Buitre... que ya serán palabras mayores, pero eso será en otra ocasión, ahora empezamos por lo fácil para disfrutar del entorno.

14 de noviembre de 2011
Antonio Molina

Ruta “por el río Alhárabe y el cañón de Hondares”, 10 de Diciembre de 2011

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El autobús nos recoge a las 7 y media de la mañana. Hace frío. Paramos en Moratalla a tomar un café. El día será bueno, estupendo para andar. 14º, sin lluvia, poco viento y tibio sol de otoño.
Partimos del complejo hostelero del camping “La Puerta”. Amablemente se nos permitió cruzarlo hasta alcanzar el río Alhárabe, que remontamos unos 3 km a través de un estrecho sendero que desfila a su lado, entre riscos, cañaverales y granados, y flanqueado por el farallón de la Puerta de Somogil, los cortados del Calar del Fresne y la pista que conduce al Pinar de Navarro.
A la altura de las ruinas del molino de Somogil lo dejamos, precisamente para tomar la pista. Cortijos a izquierda y derecha y al frente los muros de piedra de los “Cenajos del Agua Cernida”, que tanto nos recordaron a los que podemos contemplar en el cañón del río Mundo, a la altura del cortijo de San Martín y Las Juntas.
Un receso para tomar un bocado, acomodados en el frondosísimo pinar que atraviesa la pista y al cabo de un par de horas desde nuestra partida, y unos siete u ocho km de marcha, tomamos un desvío a la derecha, en dirección Norte, donde comenzamos la ascensión por el Pinar de Navarro que nos llevará a la cota máxima, cerca del cortijo de las Lomas.
Magníficas vistas de los valles murcianos y de las masas forestales de estos entornos nos acompañan, y nos dan excusa para contemplarlos, hacer alguna foto y tomar, de paso, un respiro en la subida, que, sin ser muy exigente, si que nos recuerda que somos un Club de montaña…
Alguna compañera se rezaga, pagando su inexperiencia al afrontar el esfuerzo, al dejarse llevar por el entusiasmo y marchar con una cadencia de paso demasiado alta. El grupo la espera mientras contempla las colinas calizas de la sierra de la Muela.
Continuamos la marcha hasta el cortijo de Hondares de Abajo, por viejos caminos entre pinos, carrascas y matorrales, y cruzando el arroyo de Hondares, apenas un hilo de agua. Tras tomar algún atajo, tomamos el camino que nos conduce, ya en el cañón del arroyo, a la Poza de la Tortuga, cascada y falla, donde quedamos asombrados por lo sorprendente de las formaciones y la belleza de su colorido y su luz.
El camino, junto al arroyo de Hondares, se convierte en senda, y nos lleva a la magnífica carrasca, quizá centenaria, que nos servirá de acogedor restaurante.
Con nuevas fuerzas y con el regusto de los dulces del postre, la senda se convierte en viejo camino de herradura, que se va ensanchando frente a la antigua mina de cobre bajo las paredes del puntal del Fraile y su orgulloso “dedo”. Piedra, bosque y agua, todos tenemos la sensación de marchar por alguna de las hoces de Cuenca, ¡quién diría que estamos en Murcia!
Llegamos a los Baños de Somogil, bueno, a sus ruinas. Algunos descienden hasta el río para contemplar de cerca las antiguas piscinas. Nos vienen reminiscencias de otros tiempos.
Casi 18 km recorridos y estamos de nuevo frente a los cortijos de Somogil: Casi hemos completado la ruta circular y volvemos otra vez al camping “La Puerta”, pero esta vez, no por la senda, sino por la pista, pues nos falta contemplar, desde un ensanche en un punto alto del camino, a modo de mirador, la espectacular cresta del Calar del Fresne, cuya pared se alzó junto a nosotros en los primeros pasos en la ruta. Son las cinco de la tarde.
Al final, una parada en Moratalla, para felicitarnos por la ruta recorrida, autobús, risas y regreso a casa.

Ruta: “Por el río Alhárabe y el cañón de Hondares” – Programación RANDO

Ficha:
• Recorrido circular, en Media Montaña.
• Dificultad: III (El comentario de casi todos es que fué una ruta muy accesible y poco exigente, con la salvedad de la cuesta del Pinar de Navarro -15%- que nos “sacó” los colores)
• Distancia recorrida: 22 km.
• Cota en el punto de inicio: 600 m.
• Cota máxima: 1.170 m.
• Desnivel acumulado: 650 m.
• Tiempo en ruta: 6h 30’
• Director de la actividad: D. Antonio Molina.


“Aligerar excesos”, de Albacete a Aguas Nuevas, almuerzo, y regreso.

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Queríamos quitarnos algún trocito de turrón y alguna copita de más (¡los excesos de la Navidad!), pero lo que pasó fue todo lo contrario…


El pasado 7 de Enero, sábado, a las 8, partió la comitiva desde el principio de la vía verde; después de los saludos de protocolo y el deseo de feliz Año entre todos los “compis” tapados hasta la cejas, empezamos la andadura hacia la muy noble villa de Aguas Nuevas. Entre animada conversación y a buen ritmo llegamos a nuestro destino, que no era otro que un magnífico establecimiento de comidas o lo que viene a ser lo mismo el bar del pueblo, pero aquí es donde fallaron nuestros propósitos pues no se nos ocurrió tomar una tacita de té o un café con leche calentito… ¡no, eso no es para los montañeros! Algunos nos tomamos un “pinchito” de morcilla, que consistía en media barra de pan con cuatro morcillas, y los más moderados nos aplicamos un plato combinado con huevo frito, pisto y guarrillas. ¿Y ya? ¡No! De entrantes al centro un par de platos de “tajadillas”, todo regado con cerveza y vino de la tierra. Terminamos este liviano tente en pie con su correspondiente carajillo o Belmonte según el gusto del comensal. Emprendimos la retirada, esta vez menos tapados que el sol y el vino ya nos calentaban… y con mejor ritmo que a la ida porque llevábamos los depósitos recargados, sacando una media por encima de los 6 Km /H, medidos por nuestro insigne Sr. Presidente. A las 13,15 hrs. llegamos al punto de partida, procediendo a los protocolarios estiramientos y despedidas.

Debido a lo agradable de la mañana en su conjunto, decidimos que una vez al mes haríamos una marcha similar, sin tener que planear ruta ni medio de transporte. Se podría llamar… “La mañana gastronómica”. Que si un día a Tinajeros, otro a Chinchilla, al siguiente Aguas Nuevas, y así a cualquier lugar que no esté a más de 25 ó 26 Km. de Albacete… ¡y haya buen Yantar!

Mari Carmen “Mayca” González Paterna.

Subida al Mentiras (casi 1900m, 1896 más o menos, depende de donde se mire), desde La Alcantarilla hasta Arguellite, por la Peña Palomera.

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Las 06:50h del domingo 22 de Enero. Nadie por la calle. Algún coche circula, pero son un par de luces en movimiento, estrellas fugaces en el cielo de las estrellas que son las luces de las farolas.
Y los 16 montañeros dos de ellos muy jóvenes, Emilio y Esteban, dignos de elogio, que se reúnen para acudir a la llamada del madrugón y del esfuerzo, movidos solo por la voluntad; no confundir con la ansiedad que mueve a un enganchado a un vicio, es fuerza de voluntad, porque la recompensa que es personal e intransferible y distinta para cada uno, bien valdrá el sacrificio.
La nieve caída de la última semana nos invita a la ruta. No hay ni secreto ni conspiración: Un aviso basta.
Nos ponemos en camino a La Alcantarilla, aldea cerca de Plañel, pedanías de Yeste, cara oriental del Calar de la Sima.
Tras mucho viaje, organizamos los coches para que la ruta sea lineal, y nos ponemos en marcha con algún titubeo para encontrar la salida. Pero al final, el arroyo Palomera nos acoge. Viene crecido. Nos regala la música del agua que en el sendero vegetal que asciende, es estereofónica, fuerte y grave a la derecha, por el agua del arroyo y dulce y aguda por la izquierda, al saltar entre las piedras del sendero, improvisado canalillo para el agua.
Dos farallones imponentes, quizá cuarenta metros, quizá más, son el pórtico que nos anuncia lo abrupta y montañera de la ruta. Punto clave, con dificultades para seguir la senda, porque todo es naturaleza salvaje, piedras y zarzas.
El primer escalón nos hace olvidar el frio de la mañana; llegamos a un momento de respiro mientras recorremos un antiguo camino de saca de madera, y casi con las mismas pulsaciones, el segundo escalón. Paramos a respirar, tomar un trago de agua y a quitarnos la penúltima capa. Un mirador esplendoroso es el aliento del camino, que nos hace sufrir con la subida, pero que no quiere que abandonemos, y nos hace exclamar y dibujar caras de asombro.
Otro escalón, más esfuerzo; alternamos senda con caminos viejos y no tanto, con alguna “trocha del ganao”. Y más vistas, aliento para nuestros fatigados pechos. Estamos ya sobre el Regajo de las Aceas.
Otro escalón, estamos a 1.600m; este a sido duro, hemos sorteado el barranco entre las crestas de “El Rayo” y “La Cabaña”; paramos, mientras contemplamos lo que nos espera. Nos parecía lejos, abajo, y ahora está ahí, la Peña Palomera.
El reino vegetal va perdiendo sus poderes y ahora reina la piedra. Otro esfuerzo más. Hemos pasado los tornajos, estamos pisando nieve, virgen, que cruje mientras acoge nuestra huella.
Afrontamos el último escalón, que nos dejará las piernas con el lamento del dolor, el pecho, desbocado, buscando aire, pero solo hay una voluntad: Seguir subiendo.
Y al saltar un risco, por fin la cima queda a la vista. Todas las voces del dolor desaparecen. Lo hemos conseguido. Estamos en el Mentiras, a casi 1900m.
Y contemplamos el esplendoroso espectáculo de nuestra sierra, verde y blanca.
El tiempo justo para comer en el mejor de los restaurantes, al pié del “pincho” que marca la cima, y nos ponemos cuesta abajo, hundiéndonos entre la nieve hasta las rodillas, entre piedras, cojines de monja y pinos doblegados por el viento. Cerca de la Molata del Imperio, decidimos atajar e improvisar la bajada. El terreno de Tala Martínez es favorable, y en un momento estamos en el “Rincón Gallego”, donde el bosque reina, a un paso de Arguellite.
Hemos llegado al final, contentos, orgullosos y casi satisfechos. No nos faltan más que unas estupendas cervezas y refrescos, y generosa merienda, con las que venimos soñando desde el último kilómetro, entre carrascas antiguas y casas de piedra. Son las cuatro o las cinco más o menos, que más da, es de día aún. Empezamos a 750m, alcanzamos los 1900m, hemos recorrido 15 km inolvidables. Y entre sonrisas y ojos muy abiertos, ¡ya estamos dándole vueltas a la próxima!

Próxima salida: A Aitana (1557m) por el Castell de Confrides.

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El próximo sábado, día 28, vamos a subir a Aitana (1.557m), la cumbre más alta de las montañas alicantinas, en la comarca de la Marina Baja, aunque, para siendo sinceros, no podremos llegar a la cima, pues está ocupada por instalaciones militares y antenas de comunicaciones; nos quedaremos a 1.548m de altura y a unos 250 m de distancia.
El autobús nos llevará hasta la localidad de Benifato, a medio camino entre Alcoy y Benidorm, cerca de Guadalest. Vamos a intentar que nos suba hasta la fuente del Partagat, lugar habitual desde donde parten los senderistas que se dirigen a Aitana. Y es que “la Font” como le dicen allí, esta a cota 1000m, y el pueblo 650m. El inconveniente es la carretera que sube, que es estrecha y repentina para los vehículos.
Aitana estará cerca, al Sur, pero nos dirigiremos hacia el Norte, buscando caminos que nos conduzcan al Castillo de Confrides, o de Alfofra, de Aitana, o de Benifato, pues no en balde está dentro de su término municipal, y a escasos metros del de Confrides. Son las ruinas de una fortaleza árabe conquistada por Jaime I en 1264. Podéis encontrar una reseña (por ejemplo) en:
http://www.naturayeducacion.com/castillos/c_valenciana/alicante/marina_baixa/confrides/castillo_confrides.asp
Y desde ahí, nos encaminamos a nuestro objetivo, subiendo progresivamente por caminos, sendas y algún atajillo. El último trecho de subida lo anuncia la Font de la Forata, y jalonado por algunos de los pozos de nieve, que tanto nos impresionaron al recorrer el Parque de Mariola, y bien guardado por el “Pas de Rabosa”, al que se accede por un corto, angosto y empinado sendero que nos enfilará hasta un estrecho natural, una puerta que obligará a más de uno a quitarse la mochila y a pasar de lado.
Cincuenta metros más arriba en el último tirón, nos aguarda la un hito de piedras, cerca del vallado militar, para contemplar (si la niebla y las nubes son generosas y se van de viaje a otro sitio), una de las mejores vistas de Alicante.
Bajaremos por la cuerda de la Sierra, hacia el Oriente, hasta el Port de Tagarima, y por el camino con las marcas del PR CV 10, hasta la Font del Partagat. Habremos recorrido unos 16 km.
La previsión meteorológica es bastante nefasta, casi seguro que nos llueve y quizá nieve, la cota está a 1100m. Viento de 30 km/h. Habrá que estar atentos a la predicción, e ir convenientemente pertrechados para el frío (estaremos muy altos) y para la lluvia y la nieve, incluso con ropa de repuesto, sobre todo calcetines y calzado. No nos da miedo, somos los del Sierra y vamos a disfrutar en la compañía de nuestros compañeros. Decálogo del montañero: “La lluvia forma parte de la naturaleza; ¡disfrútala!”; letanía, o mejor, como dice nuestro venerable Germán, “mantra”: “No hay dolor”.

Tampoco somos temerarios. Por eso, estad atentos al correo.

“Visitando Tinajeros”, de Albacete a Tinajeros, almuerzo, y regreso.-

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El sábado, día 28, fue la segunda de abono. A las 7.30 hrs. estábamos en “El Delirium”, es esta ocasión éramos solamente cinco dispuestos para la marcha, nuestro amigo Pablo Belmonte fue a despedirnos (un detalle que se le agradece), y nos contó su aventura “mochilera” con final feliz.
La gente se debió asustar por los pronósticos de lluvia, pero nada más lejos de la realidad: el día fue espléndido. Empezamos la andadura todavía sin luz, disfrutamos de los colores del amanecer por las llanuras manchegas, el camino fue diferente al de Aguas Nuevas, más rural, entre campos de cultivo, por lo que pudimos ver conejos, liebres, perdices y alguna rapaz que no fuimos capaces de “clasificar”… que si cernícalo, que si milano, que si águila y entre tanto nos acordamos del compañero naturalista, pues él nos habría sacado de dudas. También nos cruzamos con unos cuantos galgos a los que llevaban corriendo detrás de un coche para entrenarlos en el “arte de la caza”, y oye ¡qué menudo morro! seguro que al conductor tampoco le había venido mal alguna carrera. Tan entretenidos estábamos que llegamos sin darnos cuenta a la gran urbe de Tinajeros. Encaminamos nuestros pasos al bar “Los Martínez”. El desayuno en esta ocasión fue algo más liviano, un poco de chorizo , morcilla y lomo de orza, a modo de degustación pues ni el lugar ni el mesonero invitaban a mucho más, que en el tema del “yantar” le gana por goleada el Bar del Galguero… y después del café emprendimos la vuelta a casa.
Entre conversaciones a ratos “filosóficas” de las diferencias entre hombres y mujeres, anécdotas montañeras e incluso discusiones sobre las calorías que se pueden quemar con esta actividad, entramos en la ciudad, subimos los dos puentes para salvar las vías del tren y la autovía y llegamos al punto de partida a las 13.30 hrs. cumpliendo nuevamente el horario previsto.
Se puede decir que la “la segunda” ha sido igual de agradable que la primera, por lo que decidimos hacer la tercera, y es que según dicen no hay dos sin tres ni tercera mala.
MariCarmen “Maica” González Paterna.

A Aitana (1557m) por el Castell de Confrides.

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Sabíamos a lo que íbamos, no a deleitarnos plácidamente en la cima conseguida, o en algún rincón singularmente sugestivo contemplando el horizonte, sino a transitar por la más cruda y dura expresión de la Montaña, pero es esto a su vez lo que la hace bellísima y extraordinaria; temperaturas de -6º con vientos de 25 km/h, rachas de 50 y sensación térmica de -15ºC.

Pero hacia allí fuimos seducidos y allí fuimos maravillados, porque “hacer montaña” es lo que realmente nos gusta.
Ya sabéis…“Somos los del Sierra”.
MEDIO NATURAL: Sierra de Aitana (Alicante)
ACTIVIDAD: Benifato (650m) – Castell de Confrides (1.175m) – Fuente de la Forata (1.390m) – Pas de Rabosa (1.460m) - Pico Aitana (1.557m) – Port Tagarina (1.250m) – Fuente del Partagat (1.000m) – Benifato (650m).
FECHA: 4 de febrero del 2.012
DISTANCIA: 21,900 kilómetros
DESNIVEL: 1.300 METROS +
ORGANIZA: Club de Montaña Sierra de Alcaraz de Albacete
PARTICIPANTES: 20 montañeros
La Sierra de Aitana se encuadra dentro del Sistema Bético, en su extremo más oriental, en la comarca alicantina de la Marina Baja, que da sus últimos coletazos en el litoral, con un relieve muy accidentado, predominando el roquedal en las partes superiores. En esta vertiente se encuentran las alturas principales, como Aitana y Peña Alta. Su estructura calcárea, con cumbres muy amplias, forman grandes calares. Estos recogen las aguas de la fundición de las nieves y lluvias, y como grandes esponjas las chupas a sus entrañas, dando origen en sus faldas a multitud de fuentes de agua cristalina, y a su vez a nacimiento de arroyos y ríos que desaparecen antes de llegar al mar, principalmente por la explotación humana.
Tenemos dos objetivos, uno histórico, el Castillo de Confrides de origen árabe, y conquistado para el cristianismo por el rey Jaime I en 1.264, y otro, ascender a Aitana, máxima elevación de la provincia de Alicante, y segunda de la Comunidad Valenciana, solo superada por el pico Calderón en la Sierra de Javalambre (Rincón de Ademuz).
A las diez de la mañana el autobús nos deja en Benifato, tenemos un extra de cuatro kilómetros, no podemos llegar a la fuente de Partagat (inicio y final de la ruta), por las condiciones climáticas tan adversas, que ha dejado toda la sierra cubierta de nieve, y las bajas temperatura han provocado placas de hielo en el asfalto. El frio es intenso (-4º), pero lo peor el viento, que lo vamos a sentir, cuando la falda de la montaña no nos proteja.
El paraje por donde discurrimos, son paramos de altura, desplomándose al valle del río Guadalest, y este flanqueado por la sierra de Aitana (la que recorremos), y la de Serrella que mueren en el Mediterráneo, donde proliferan pequeños cultivos de olivos y almendros, estos en flor, entre la nieve. Aquí aparecen pequeños pueblos serranos, como Confrides, Benifato y Guadalest.
Cogemos la carretera que asciende al paraje natural de la fuente de Partagat, y a unos dos kilómetros, giramos a mano derecha, por otra carretera de servicio de algunas Masías (casas de labor). Poco después cruzamos el arroyo del barranco de la Favara, desviándonos a la izquierda por un camino de tierra; desde ahí podemos observar los primeros “campanos” de hielo y sus aguas congeladas. Cruzamos varios caminos y pistas para salvar las lomas en la ruta, pero siempre teniendo presente el roquero donde se asienta las ruinas del Castillo, y el collado, donde termina el camino, que nos separa de la pared de más de 100 metros que tenemos a nuestra izquierda, que aparenta ser una buena zona de escalada para acceder a la planta del Castillo, pero pensamos que debe estar muy descompuesta, cuando no tiene reseñas.
Conforme vamos ganando altura la capa de nieve aumenta, en especial en las zonas de umbría. El frio es seco, pero hay veces que el viento sopla a sus anchas, hay que abrigarse con todo lo que tenemos, podemos tener una sensación térmica de más de -10º. Aunque parezca que no se puede subir al Castillo por lo abrupto donde se asienta, en el collado aparece una senda pedregosa y peligrosa por la nieve y hielo que nos obliga a subir con los cinco sentidos. En el resguardo de sus ruinas podemos disfrutar unos instantes de todo el valle, dominado por el pintoresco pueblo de Guadalest.
Volvemos al collado, y entre el manto nival, aparece el rastro del sendero de nuestra ruta. Por unos instantes nos imaginarnos que estamos en otras latitudes y macizos montañosos. Terminamos en una pista que tomamos a la derecha. Damos un giro a nuestra marcha, empezando a encarar la montaña, salvando los montículos y espolones que conforman sus laderas, entre pequeñas masas forestales de pinos. De cuando en cuando atajamos por alguna senda y vaguada, que nos permiten llegar a la fuente de la Forata.
Aquí se juntan los senderos PR CV 20 y 21, que unen los distintos pueblos de la comarca, y la fuente de Partagat con la cumbre de Aitana, nuestro objetivo… y el del Ejército del Aire, que ha construido un Radar de Alerta y Control, y varias antenas de telecomunicaciones, que, al encontrarse valladas, nos impiden llegar al vértice geodésico; pero nos conformamos con alcanzar la cumbre auxiliar, donde cada uno de los montañeros que llegamos añadirá una piedra más a un mojón, el mojón de Aitana, con el ánimo de superar la altura que nos está vedada.
En este punto parte un sendero para salvar la muralla de piedra que se encuentra delante de nosotros, con un paso espectacular y vertiginoso en su final, el Pas de Rabosa, que nos obliga a una corta trepada, a dar un paso casi aéreo, y al paso estrecho a través de una grieta, con dificultades para los voluminosos, que queda invisible desde abajo, donde trepamos, y que guarda el paso a una “diaclasa”, y al “calar” de Aitana. La nieve, el hielo y el velglas, nos ha mantenido en cálida tensión y muy ocupados, pero rapidamente volvemos a la fría realidad azotados por el viento que campa a sus ancha en la meseta. No hay opción más que la de ponernos todas las prendas que llevamos, y cubrirnos sobre todo manos y caras: Estamos sobre los 15 grados bajo cero de sensación térmica. Rápidamente hacemos más alto el “mojón” de cumbre, y bajamos al “trascacho” de la grieta, para recuperar fuerzas.
La nieve y el viento han borrado la senda, pero la huella de los que nos han precedido, nos deja en Aitana y cerca de sus 1.556 metros. Solo tenemos tiempo de hacernos la foto de cumbre y de ojear las instalaciones militares, a la izquierda. En un día normal y soleado, es imprescindible recorrer la cuerda por su vertiente norte y disfrutar de sus farallones y cortado, pero hoy no es el día, y hacemos con diligencia.
Subimos y bajamos, pasando por otras cotas, pero siempre descendiendo en altura, y de cuando en cuando, detrás de algún chaparro, nos detenemos un instante para disfrutar de la vista de la costa mediterránea, desde Denia hasta Alicante, y del Peñón de Ifach, y la mole del Puig Campana, que nos oculta la ciudad de Benidorm.
En el Collado, aparece la pista que, por la cara norte, a la izquierda, nos deja en el área de recreo de la Fuente de Partagat, y en la carretera de servicio que desciende hasta Benifato. No podemos dejar de comentar la imprudencia de muchas personas, que, por evitar caminar unos centenares de metros, se arriesgan a circular con el coche, sobre el firme helado, para llegar hasta el costero de nieve y, con vestimenta y calzado a todas luces y como poco, inadecuados, jugar un rato con la nieve.
Son las cinco y media de la tarde. Hemos llegado hasta donde nos aguarda el autobús. Nos esperan unas buenas rubias espumosas…, pero esto es otra historia.
Manuel Novés Parras.

Vía Ferrata del Cid, 9 de febrero del 2.012 (Petrel / Alicante)

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El pasado 19 de febrero, en un estupendo y soleado día para la práctica de las actividades de montaña, nos desplazamos a estas sierras alicantinas, con un relieve muy característico, donde destaca La Silla del Cid, en forma de meseta elevada, conocida también como "Castillo", por la paredes rocosas que la rodean, al pie de la localidad de Petrel (Alicante), donde Rafael Botella y Juan Montesinos, en 1970, abrieron la vía clásica de escalada, que por la cara Norte, les dejaba en la cumbre.
En 1972, deciden reequiparla, introduciendo variantes, y añadiendo un cable de seguridad, que hacen que más escaladores la intenten. En la actualidad ha quedado como vía ferrata, muy interesante, y con un nivel técnico de cierta envergadura, con pasos de IV en roca, y algún posible IV+ o V.
DATOS. Tiempo.- 45 minutos de aproximación / 2 horas para la vía / 1 hora descenso.
El coche lo dejamos en el aparcamiento de la Casa del Forestal, no sin antes haber dado varias vueltas por Petrel hasta encontrar el camino; afortunadamente, siempre hay algún paisano amable que nos indica, e incluso, como en nuestro caso, que nos acompaña hasta dejarnos en el mismo carreteril que debemos seguir. El aparcamiento es un ensanche donde termina el asfalto y comienza una pista de tierra, que recorre la ladera Norte de la montaña, donde los pinos se han asentado, hasta el collado que separa este valle de la vertiente que se introduce en la zonas montañosas del Xorret del Cati, famosa por la etapa de la Vuelta Ciclista a España que termina en este paraje.
Nos ponemos los artilugios (casco, arnés y herrajes), y el calzado. Esta vez, la mochila va a llevar poco peso, por el día radiante, aunque no vamos a sentir el calor de los rayos del sol, mientras que no alcancemos la cumbre. Vamos caminando por la pista de tierra, siempre con una pendiente moderada, aunque en algún punto donde esta se agudiza, la han en cementado. Tenemos en la zona abierta, a nuestra izquierda, toda la planicie donde se asientan Elda y Petrel, y a la derecha las laderas de la Silla del Cid.
Transcurridos unos 45 minutos, y cuando la pista empieza a descender, encontramos, a la derecha, unos grandes mojones que nos indican el inicio de la “vía”. Un primer tramo con unas cadenas y escalones, de fácil progresión y poca pendiente, nos deja en una vira. Tras recorrerla unos cientos de metros llegamos a una repisa, donde comienza la vía ferrata a discurrir con trazado vertical. Comenzamos con unos pasos II y III, solo con la seguridad del cable de vida, pero con fáciles agarres a la roca. Empezamos a sentir la verticalidad, al ver como la pista se va quedando muy abajo.
Por ahora vamos disfrutando, con algunos pasos más empinados, pero asegurados con escalones, y trepadas en roca, pero siempre llevando la seguridad del cable, que nos acompañara hasta la cumbre. Sentimos fluir por primera vez la adrenalina, cuando nos encontramos con los primeros pasos IV de escalada, sin escalones metálicos, que atacamos disponiendo de muchos agarres. Pero estos están desgastados, muy pulidos por el paso de los escaladores, y tenemos que agilizar la vista y el tacto para encontrar las presas. La pared se inclina; notamos el vacio debajo de nuestros pies. Totalmente concentrados, no nos hablamos, ni pensamos. Una zona de escalones que nos deja en una repisa, y aprovechamos para beber agua, y relajarnos unos minutos, comentando que, a pesar de la dificultad, no hemos pasado malos momentos: la vía está bien equipada, y esto da seguridad.
Pero ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez que nos enfrentamos a estos retos, sin sentir estas sensaciones, y hay que volver poco a poco a entrar en materia. La realidad nos despierta de nuestra relajación con otro tramo de escalones, que termina con una escalada IV en roca. Afortunadamente, se deja hacer, ya hemos ganado algo de experiencia, y ahí es cuando comenzamos a disfrutar. Llegamos a un falso llano, donde una sencilla placa en memoria de un compañero caído, nos dice que estamos haciendo un deporte extremadamente peligroso, y que nunca podemos abarcar por encima de nuestros conocimientos técnicos y condición física.
El siguiente tramo es muy vertical, pero muy equipado de escalones; también encontramos muchos agarres en la roca para pies y manos. Estre tramo nos introduce en una chimenea que nos deja en la explanada somital. De aquí nos vamos directamente hasta el mojón de piedras de la cima (no hay punto geodésico), donde a uno de los muchos senderistas allí congregados, le pedimos que nos haga la foto de cumbre, y deje para la posteridad el abrazo de satisfacción por el objetivo cumplido.
No podemos olvidar que estamos en la Comarca del medio Vinalopó, y tenemos la suerte de estar en un mirador natural de todo el valle, donde podemos plasmar toda su belleza con nuestras cámaras fotográficas. El regreso por el sendero PR, que en principio desciende por la cumbre, para girar hacia la vertiente Norte y en curvas y diagonales suaves, nos deja de nuevo, en el aparcamiento de la Caseta Forestal, inició de nuestra aventura. Solo nos queda el recuperar fuerzas, con un buen vino, con denominación de origen de la tierra, y viandas de la comarca.
Amigos, hemos pasado una buena mañana de montaña, cerca de Albacete, con una actividad novedosa, que cada vez tiene más practicantes, y que permite acceder a las cumbres por zonas que hace años era impensable para un nivel técnico medio en escalada. A los quince días un grupo de 8 personas recorrieron las Vías Ferratas de Villena, de un nivel técnico más bajo, equipadas con escalones y cable de seguridad en su totalidad, y donde se salvan dos pequeños barrancos, a través de puentes tibetanos.
Manuel Novés Parras.

Lo básico en Vías Ferratas.-

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Existen muchas actividades de montaña, y para que sus practicantes puedan disfrutar de todas ellas, siempre hay que seguir con el lema que nos caracteriza desde nuestros inicios:
INFORMAR – ENSEÑAR – PRACTICAR.
Desde el respeto a nuestros Espacios Naturales, pues, al fin y al cabo, son nuestro terreno de juego, nos preocupa la seguridad. Tenemos que ser cocientes, que no nacemos enseñados y que tenemos unas limitaciones físicas, que cada uno debe conocer, y por tanto debe saber cómo actuar.
VIAS FERRATAS.- A las paredes y zonas rocosas más abruptas de la montaña, solo podían acceder los escaladores con sus técnicas; actualmente pueden acceder otros deportistas. Para esto se han equipado itinerarios tanto para recorridos en vertical, como en horizontal, instalando grapas, pasamanos y cadenas, entre otros elementos. Se crean así, las vías ferratas. La seguridad a través de un cable de acero montado en toda la vía, que junto con el arnés, que estará provisto de un “triangulo de vida”, al unirle un disipador y mosquetones de seguridad, nos protegeránn en caso de caída.
Las vías ferratas clásicas están en los Dolomitas (Alpes Italianos), también las encontramos en gran número en Francia, Suiza, Alemania y poco a poco en España.
Las primeras vías ferratas en Europa.- La primera se instaló en 1.843 en Austria, haciendo más accesible la ascensión al pico Hoher Dachstein. Posteriormente, se equiparon vías en el monte Grobglockner, también en Austria, en 1.869, y en la Marmolada, en Italia, en 1.903. Pero su auge comenzó en la Primera Guerra Mundial, cuando se equiparon, con fines militares, senderos en los Dolomitas, en la confrontación bélica entre el imperio Austrohúngaro contra Italia. Al final de la guerra, el uso de estos caminos se re-convirtió en deportivo y de ocio.
Vías ferratas en España.- Antonio García Picazo, junto con otros, instalaron las primeras vías ferratas a partir de 1990, en la Montaña de Montserrat; la primera fue la vía Teresina. Aunque existe un precedente pues, a finales del siglo XIX (1.881), en el Parque Nacional de Ordesa, el herrero de Torla, Bartolomé Lafuente y Miguel Bringola, por encargo de un caballero inglés aficionado a la caza, instalaron las famosas clavijas de Cotatuero: Son un total de treinta y dos hierros entre clavijas y alguna grapa, que salvan una pared rocosa, con gran desplome al final del circo que le da el nombre. Actualmente hay muchas rutas equipadas en todo el territorio nacional, y podemos disfrutar de ellas cerca de nuestra ciudad, en Villena y Petrel.
Material imprescindible para realizar una vía ferrata.-
1. Casco: Para evitar daños por las caídas de piedras fortuitas o por la progresión de otros escaladores.
2. Arnés: Regulable en cintura y piernas, para poder adaptárnoslo.
3. Disipador de energía: En caso de caída, este dispositivo la amortiguará, reteniéndonos por el arnés, evitando el golpe seco. Es obligatorio el uso del disipador en una vía ferrata.
4. Tercera baga: Se trata de un cabo de anclaje, que no es imprescindible, pero en momentos de dificultad, nos dará la necesaria seguridad y nos permitirá descansar.
5. Placa de aseguramiento / Cuerda: Conviene llevar una cuerda de seguridad, para que, en caso de inseguridad de los escaladores menos expertos, posibilite asegurarles en los pasos más difíciles, o utilizarla como vía de escape, rapelando.
6. Guantes: Para agarrarse a los elementos artificiales o naturales, y proteger las manos.
7. Calzado: No es necesario un calzado muy técnico, pero si unas buenas botas de montaña, con buena suela.
Algunas normas y nociones que se deben tener en cuenta.-
1. Para informar del grado de dificultad de la vía, encontramos dos clasificaciones distintas, de números y letras: De 1 a 5 y de A-E, indicando su dificultad, conforme progresa.
2. Es Imprescindible conocer de antemano la reseña de la vía, y seleccionarla, conforme a nuestro nivel técnico y condición física.
3. En el recorrido de la vía, tener siempre dos puntos de anclaje mediante los mosquetones de seguridad, de forma que, cuando se haga un cambio de tramo del cable de seguridad, al menos uno de los mosquetones permanezca conectado a uno de los tramos, y nunca hacer un cambio con los dos mosquetones a la vez.
4. Nunca deben permanecer dos personas ancladas al mismo tramo del cable de seguridad. La caída de uno puede arrastrar al otro.
5. Tener cuidado al progresar en la vía, para evitar el desprendimiento o caída de piedras o rocas, y si no fuese posible, los montañeros deberán realizar el recorrido lo más juntos posible, para esquivarlas antes de que aumente su velocidad de caída.
6. Las presas pequeñas metálicas, son para los pies, no se deben meter las manos o los dedos, pues, en caso de caída, existe riesgo de graves lesiones, incluso amputación de falanges.
7. No hay que tener prisa, hay que progresar con seguridad, teniendo siempre tres puntos bien anclados, e ir pasando los mosquetones del disipador por el cable de vida. No siempre encontraremos pasos artificiales, es posible que sea necesario progresar por la roca, pero por regla general, tendremos muchos y fáciles agarres.
8. Además de los cabos de anclaje del disipador, una tercera baga nos dará seguridad, y nos permitirá descansar los brazos, así como disponer de un punto más de apoyo y sujeción para progresar.
9. Los mosquetones y bagas de seguridad, llevarlos siempre por encima del brazo. La progresión será fácil y no nos olvidaremos pasarlos por los puntos de unión.
10. Nunca sujetarnos del cable de seguridad ni utilizarlo como pasamanos, si no es imprescindible. No está dispuesto para este fin, y podría causarnos alguna lesión en las manos.
Manuel Novés Parras

Necesidad de Formación

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            La Montaña está frecuentada por un número cada vez mayor de aficionados en busca de aire puro, de descanso, de grandes espacios, de placeres estéticos, de ocio o deportivos. En un principio, la montaña fue el dominio de los pioneros del alpinismo, posteriormente de montañeros y hoy en día, debido a la considerable mejora de los accesos a las montañas (carreteras, pistas, etc.) y a las infraestructuras, ha aumentado de forma exponencial el número de senderistas, además de esquiadores, jinetes, aficionados a la bicicleta de montaña, al vuelo libre, a las actividades de aguas bravas, etc.
            Esta presencia cada vez más frecuente sumada a la facilidad de su acceso genera una falsa sensación de seguridad. La montaña no es un espacio de ocio organizado y absolutamente seguro. Todas estas actividades se practican al aire libre en un entorno natural “con riesgos” que se caracteriza por la presencia de fuertes pendientes, farallones, terrenos nevados inestables e inseguros, etc. En este entorno, los fenómenos meteorológicos evolucionan a menudo muy rápidamente y con violencia. El desconocimiento de sus efectos puede entrañar consecuencias a veces dramáticas.
            A un buen equipo y un buen conocimiento teórico y práctico de las técnicas generales para la vida y el movimiento en montaña (orientación, meteorología, geología, primeros auxilios, alimentación, etc.) y las propias de cada disciplina, se debe sumar el considerar cada actividad, reto y objetivo de forma juiciosa y metódica. Éste es el factor fundamental para la seguridad así como un elemento primario para un mayor disfrute y confort en nuestra Montaña.
            Así en nuestro Club, gracias a la implicación de un número cada vez mayor de sus socios esta aumentando cada vez más la realización de actividades y en consecuencia la participación de los socios.
            Este aumento de actividades no solo ha sido en cantidad sino también en calidad, esto es; cada vez son más los socios que tienen acceso a participar en un número cada vez mayor de estas actividades técnicas, pero en este aumento en la participación se ha apreciado que son bastantes los socios que carecen de una mínima formación técnica básica, necesaria para practicar con seguridad la actividad; técnicas que son de obligado conocimiento personal y que no pueden ser delegadas al Guía o Director de Actividad. Conceptos como autoaseguramiento y autodetención en el medio nevado, por no decir ya de “ensamble” o triangulo de fuerzas o el mismo concepto de cordada, así como el fraccionamiento de la instalación en las vías ferratas, etc. etc. etc…., son términos totalmente desconocido y carentes de significado para mucho de los socios participantes.
               Es por lo que desde la Presidencia del Club se recomienda y se podría decir se exige a todos los socios que en algún momento practiquen este tipo de actividades técnicas (escalada, ferratas, alta montaña, etc.) o que intención de orientar sus actividades a estas cada vez más comprometidas; la realización de cursos de iniciación (alta montaña, escalada en roca, ferratas, etc) que Nuestra y otras federaciones organiza e imparte durante todo el año.   
               La causa del ochenta por ciento de los accidentes en montaña son; la imprudencia y el exceso de confianza.
Pedro D. Tendero Yañez


Article 9

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OTRA FORMA DE CAMINAR: GR 92
Del Portus a La Zohila (Murcia) – Cabo Tiñoso
25 de febrero del 2.012

SENDERISMO Seguramente, la actividad física más antigua del mundo y la más practicada en la actualidad. Dependiendo de la zona del mundo donde nos encontremos, lo haremos por necesidad o por entretenimiento. Al principio el ser humano era Nómada, iba de un sitio a otro buscando el sustento, teniendo definidos las diferentes zonas geográficas según las estaciones del año y la climatología. Así, aparecen trochas y sendas, muchas de ellas siguiendo el trasiego de los animales.
            Con posterioridad, y con la evolución se hicieron Sedentarios, construyendo los poblados cerca de los campos de cultivo y de las zonas de pastoreo. Para este menester y la comunicación entre pueblos se hicieron caminos más o menos anchos que les permitían cruzar llanuras / mesetas / montañas renaciendo un comercio de intercambio de productos y alimentos. Al principio, todo esto se hacía caminando con la ayuda de grandes animales domesticados que llevaban la carga.
            Actualmente, la revolución industrial y los medios de locomoción modernos, han permitido que se construyan nuevas vías de comunicación, quedando relegados al olvido y a la desaparición, verdaderas obras de ingeniería, que recorrían nuestras zonas de montaña, muchas de ellas actualmente protegidas, escondiendo unos valores naturales únicos.
            Podemos definir el SENDERISMO como una actividad deportiva no competitiva que se realiza sobre caminos balizados y homologados por el organismo competente. Busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de la zona a través del patrimonio y los elementos etnográficos y culturales tradicionales, utilizando preferentemente el sistema tradicional de vías de comunicación, como cañadas, caminos y senderos. Constituye una simbiosis entre deporte, cultura y medio ambiente.
            Para no confundirse con otras actividades deportivas que también se realizan en el Medio Natural, lo más parecido al Senderismo es el Excursionismo, pero a diferencia del anterior, los practicantes tienen que poseer unos conocimientos técnicos mínimos de orientación y cartografía, para su seguridad.
            El estar homologado implica que el sendero se encuentra señalizado con un sistema de marcas, que cuenta con un folleto o topoguía descriptiva, exigiendo un compromiso de mantenimiento al promotor, y tiene que cumplir los requisitos establecidos por el organismo competente. En España es la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), la cual ha cedido los derechos para su territorio a las Federaciones Regionales de Montaña, siendo responsable en nuestra Comunidad Autónoma, la Federación de Deportes de Montaña de Castilla La-Mancha (FDMCM).
            Las denominaciones de los senderos homologados y su señalización son: SL blanco/verde (sendero local) – PR blanco/amarillo (sendero pequeño recorrido) – GR blanco/rojo (sendero gran recorrido).
            El GR 92, es un sendero costero que discurre por el litoral mediterráneo, por viejos caminos, muchos de ellos su origen es militar, sobre todo por donde pasamos, como así dan fe la multitud de obras militares que vigilan esta zona tan estratégica, y que ha dado lugar acontecimientos bélicos de nuestra historia. Aquí han estado  los fenicios - romanos y cartagineses, dando el nombre a la principal Ciudad de la Comarca, y unos de los puertos más importantes del mediterráneo desde la antigüedad "Cartagena".
                        Todavía es de noche cuando los últimos suben al autobús, en la rotonda de la circunvalación con la carretera las Peñas. Nuestro objetivo el pequeño pueblo de pescadores del Portus, en el golfo de Cabo Tiñoso, en las inmediaciones de Cartagena, donde vamos a recorrer una de las etapas más abrupta del GR 92.
            La senda parte del extremo sur del paseo marítimo, junto al pequeño puerto y la playa de arena de grano gorda, que a pesar del día radiante que ha amanecido esta se encuentra vacía (en los meses de estío, se inunda de bañistas), entre las ultima casas, por pequeñas escalinatas de acceso, la veintena de montañeros, pronto nos ponemos de a uno por la pequeña traza, aunque muy bien marcada, que hace imposible su perdida. Durante toda la jornada serán repetitivas las paradas para plasmar todo el espectáculo del mar rompiendo en los acantilados, y las vistas de postal que nuestros ojos puede observar.
            El sendero se hace muy sinuoso, ya que discurre este primer tramo por curva de nivel, por la ladera de la "Sierra de la Muela", y tiene que ir salvando los diferentes barrancos que va a parar al mar, haciendo que cuando llegamos a ellos, nos encontramos con grandes bloques y matorrales que tengamos que sortear, así como pequeños descensos y subidas.
            Nuestra primera dificultad, ascender al collado de la Aguja, al no poder seguir costeando por los paredones. No hay un camino definido, pero está bien marcado de "blanco y rojo". En el alto se localiza la "Casa del Comandante", donde hay un aljibe en uso, que nos puede sacar de un apuro, un buen lugar para hacer un receso bien merecido. Tenemos un fuerte descenso hasta la cala Aguilar, por una senda en zig zag, que nos deja en pocos minutos, invitándonos a darnos un chapuzón. A partir de aquí dejamos la sierra de la Muela, y vamos a caminar junto al mar.
            Llegamos al rehabilitado Cuartel de la Guardia Civil de Bolete como refugio, en cuya terraza podemos empezar a ver al fondo las instalaciones de Escombreras (izquierda), y Castillitos (derecha), a donde nos dirigimos. Pasamos por la playa del Bolete Grande, y por ramblas, la ruta nos conduce hacia el paraje del Cantalar, antes tenemos que pasar un laberinto de grandes rocas, que se hace complicado progresar, seguramente debido aún corrimiento, donde tenemos que ser precavido, hasta coger un viejo camino militar. Se dice que el desprendimiento de rocas pudo ser debido a los bombardeos costeros.
            Dejamos las trochas / sendas y por camino, que ya no lo dejaremos hasta la batería militar. Cruzamos la cala Salitrosa, donde observamos un yate fondeado (las aguas trasparentes invitan al sosiego y relax), entrando en los montes y acantilados de Cabo Tiñoso. Iniciamos un largo ascenso con multitud de revueltas, algunas las vamos salvando monte a través, aunque como bien dice el dicho: "No hay atajo sin trabajo"; y, cuando nos queremos dar cuenta, llegamos a las puertas de los "Castillitos".
            Esta fortificación, fue construida en el plan de 1.929 – 1.936, de Primo de Rivera. Posee cuatro cañones de acero Vickers, de 152,4 mm (modelo 1923), con un alcance de 22 km; esta batería cruzaba su fuego con su gemela de “Las Cenizas”, protegiendo de los ataques navales al puerto de Cartagena. Actualmente está fuera de servicio, y permanece artillada con dos piezas de 38,1 Vickers. Donde podemos contempla un paisaje espectacular, desde la Punta de los Aguilones (Escombreras) a Cabo de Gata, con el mar a izquierda / derecha y la batería al centro.
            En 1939, al fin de la guerra civil española, en la que Cartagena fue un bastión muy importante de los Republicanos, en un periodo en el que la plaza pasaba de manos de un bando al otro, combatientes del “bando nacional” se encontraban cerca ocuparla. Una flota del mismo bando partió del puerto de Castellón con la orden de reforzar a las tropas de tierra. Pero el “bando republicano” consiguió reconquistar posiciones, y los barcos de la flota dieron media vuelta, salvo el “Castillos de Olite”, que con su radio de comunicaciones averiada, continuó su rumbo, confiado en que la situación en Cartagena no había cambiado. Fue alcanzado de lleno por un obús de la batería de defensa y hundido. De los 2.112 hombres que había a bordo, 1.476 murieron, 342 fueron heridos y 294 fueron hechos prisioneros, siendo el mayor número de víctimas mortales en el hundimiento de un solo buque en la historia de España.
            Seguimos la marcha por la carretera de acceso a la batería, sobre Cabo Tiñoso. A unos kilómetros la abandonamos hacia la izquierda, para seguir por la loma hacia el cabezo de La Picadera, bajo la que pasamos. Llegamos al collado, donde nos encontramos con la carretera que termina en las instalaciones de telecomunicaciones, donde monte a través ascendemos a la cota más alta, viendo la costa de la Azohía, en la otra vertiente, a donde nos dirigimos por el gran espolón que muere en el mar. Terminamos en la Torre vigía de Santa Elena, del siglo XVI, perfectamente restaurada, y en la aldea (antiguamente de pescadores) de La Azohía, donde nos espera un merecido refrigerio.
            Aquí el autobús espera, y ya de noche iniciamos el regreso a Albacete. Una jornada bastante completa, más de ocho horas caminando, con un día esplendido y un paisaje que se quedara grabado en nuestras retinas durante mucho tiempo. Un buen ejemplo de un buen camino balizado (GR 92).
Manuel Novés Parras

Alpinismo: “La soledad de la Montaña”

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ALPINISMO  Cuando nos iniciamos en la práctica del Alpinismo, tenemos que tener en cuenta que entramos en un mundo hostil de frio e hielo, a una altitud bastante apreciable, donde para conseguir los objetivo tenemos que salvar fuertes desniveles, con unas meteorologías no siempre favorables, y en muchos casos nuestros únicos salvadores, nuestro colegas de cordada / travesía.
            Unos de los factores, principales que tenemos que tener en cuenta, es el “FRIO”, y sus consecuencias, es muy importante empezar de CERO, y como cuando un niño empieza a salir del calor familiar, hay que EDUCAR – FORMAR –ENSEÑAR y por ultimo PRACTICAR. En definitiva el conocimiento del medio es importantísimo, para la planificación de nuestra actividad, necesitando una equipación básica en la progresión como para nuestra seguridad.
            Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es el terreno por donde vamos a caminar si es sucesible de “Aludes”, una buena formación es conocer las diferentes “nieves “y “aludes”, que se pueden producir en las laderas. Un buen sistema para planificar y reducir estos riesgos a mínimos, es el 3 X 3 de Munter, que consiste en analizar tres aspectos: A) Terreno B) Condiciones de Metéo y Nieve C) El Grupo, pero desde distintos puntos: Planificar desde casa la salida / Valorar el Terreno y local de la Ladera.
            Todo empieza en casa, con un buen estudio, de la zona por donde vamos a caminar, el estado de nieve, problemática de aludes con saber interpretar la escala europea (BPA), y sobre estado las condiciones técnicas y físicas del grupo. Debemos también pensar en la elección de varios itinerarios alternativos, ya que una vez que estemos sobre el terreno, y analicemos los datos obtenidos en casa, podremos definitivamente elegir la ruta a realizar.
            Tras repasar todo el equipo y material de todo el grupo, incluido los ARVAS, empezamos a caminar, aunque no podemos dejarnos llevar, y tenemos que estar siempre atentos y concentrados, los cambios de temperatura, puede hacer complicado la progresión por laderas empinadas, con cierto “grado” de inclinación, bien ascendiendo o en descenso, de ahí el conocimiento de todo lo descrito. Pero lo más importante es el comportamiento del grupo y la toma de decisiones, para la buena seguridad, ya que el 80% de los accidentes casi siempre son errores humanos.
            Así debemos practicar buenos hábitos, de conducta, como guardar la distancia de seguridad, descender escalonados buscando pasos seguros y tener siempre una buena comunicación entre todos los alpinistas, y evitar la rutina.

ESCALA EUROPEA DE ALUDES (BPA).-
Débil - Vertientes, manto nivoso bien estabilizado: Las actividades, casi sin restricciones.
Limitado - Posibles aludes en algunas pendientes:Actividades previa planificación.
Notable - Manto moderado o débil estabilizado:Evitarse pendiente inclinadas, experiencia.
Fuerte -Manto débilmente estabilizado: Actividades limitadas.
Muy Fuerte - Inestabilidad general manto de nieve: Renunciar actividades.

CÓMO ACTUAR SI SE HA PRODUCIDO UNA AVALANCHA CON VICTIMA.-
A) Avisar al Grupo de Rescate.
B) Marcar el último punto de presencia de la victima.
C) Arva en recepción.
D) Mantener los teléfonos activos lejos del ARVA en recepción.
E) Inició de la búsqueda.
Manuel Novés Parras

Sierra de Madrid: Peñalara y Cuerda Larga.

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Sierra de Madrid Peñalara y Cuerda Larga
18 y 19 de febrero de 2012

            Conforme vamos cogiendo “conocimientos” y “experiencias” en nuestras salidas a la montaña, queremos vivir otras experiencias y lo primero que más nos activa, es pisar nieve. Pero nos da miedo, ya que es un terreno poco conocido y que las noticias que nos llega por los medios de comunicación, la mayoría de las veces nos hablan de tragedias, pero en realidad es como “todo”, es ir aprendiendo poco a poco y una vez que tenemos una formación básica, elegir nuestra actividad invernal.
            Decidimos pasar un fin de semana en la Sierra de Madrid, pero como aprendizaje, ya que las actividades programadas, es subir a las grandes cumbres de Guadarrama, pero por rutas normales y sencillas, teniendo como “Campamento Base”, el albergue de Peñalara en Navacerrada, saliendo con mochilas con poco peso, pero llevando crampones y piolet de travesía, herramientas necesarias en la Alta Montaña Invernal.
            Unos salieron el viernes por la tarde, y otros el mismo sábado, pero el encuentro en el “Albergue”, a las 8:30 de la mañana del sábado, allí nos estaban esperando unos amigos de Madrid, que iban a pasar todo el fin de semana con nosotros, y que sin saberlo nos hicieron un gran favor, ya que los aparcamientos en Cotos y Valdesquí, estaban a reventar. Hacía muchos fines de semana que no se presentaban estas condiciones meteorológicas de nieve y sol.
            El grupo formado por 20 montañeros, a las diez de la mañana después de pedir los pertinentes permisos en el control del Parque Natural, nos ponemos en marcha desde el puerto de Cotos, donde unos carteles informativos nos informan que vamos a caminar por zonas de Alta Montaña, y que debemos extremar las precauciones. Por buena pista entre “pinares rojos” y nieve (buenas condiciones y no necesitamos crampones), en suave ascenso llegamos al mirador de la Gitana, donde tenemos unas vistas de la Cuerda Larga (nuestra actividad para el domingo), donde una fuente, nos refresca y nos permite hacer acopio.
            Los mas inexpertos pronto se ponen las pilas, y avanzan con soltura, a los pocos metros un cobertizo nos indica el cruce, a la dcha. hacia la “laguna Grande de Peñalara y sus Tubos”, unos no pueden resistirse y cogen esta traza, nos juntaremos todos en el “Peñalara”. Seguimos a la izda. por las antiguas pistas de esquí de Cotos, actualmente desmanteladas, donde no queda ningún indicio (buena labor de reintegración).  Los arboles van despareciendo por la altitud, estamos a unos 2.000 metros y unas huellas en la nieve a la dcha. nos indica el camino que va hacia el refugio Zabala, encima de la Laguna Grande, seguimos recto entre matorrales, casi cubiertos de nieve, donde empiezan las rampas que no sin esfuerzo nos deja en la cuerda y la primera cumbre de Dos Hermanas.
            El día fenomenal, nos permite relajarnos y observar a la izda. las tierras segovianas, con la Granja y más al fondo Segovia, y a la dcha. en primer lugar el circo con los “Tubos”, por donde nuestros compañeros van ascendiendo, y se ven muchos grupos realizando prácticas de alpinismo con sus monitores. La plataformas es amplia y siguiendo las huellas en un suave ziz zaz, pronto se consigue la Cumbre de Peñalara, con sus 2.428 metros, techo de la sierra y del las provincias de Madrid y Segovia (hay una actividad entre los montañeros que consiste en ascender a todos los techos provinciales españoles).
            Las felicitaciones de rigor y el encuentro de todo el grupo, que por cierto las condiciones de la nieve estaban perfecta y disfrutaron por el “Corredor” y “La Ceja”, para algunos su primera experiencia de nivel, pero todos pudimos observar con un tentempié, el Valle de Lozoya / Cuerda Larga / Siete Picos, los pinares de Valsaín y la meseta castellana, así como todo el cordal de los Montes Carpetanos, donde ahora nos encontramos. Seguimos y nos encontramos con la cresta de Claveles, estrecha y muy rocosa, donde aquí sí que hay que estar en tensión y no relajarnos, salimos con los crampones puestos.
            La nieve compacta, nos permite progresar en principio por la arista, y plasmar buenas fotografías del grupo, pero pronto esta se va despejando de nieve y aparecen las rocas, por lo que decidimos bordear en travesía por la derecha estas cornisas, y no trepar por ellas, ya que la inexperiencia de algunos montañeros ha terminado con accidentes graves.  La caminata es buena y la nieve compacta ayuda, terminando en el collado, donde descendemos todos como buenos expertos a la cara sur de la montaña donde se sitúa la laguna de “Los Pájaros”, actualmente helada. Aquí parte un sendero, que nos deja en la Laguna Grande y por el de ida a Cotos, donde empezamos.
             Entre los farallones negros de Claveles y las lomas de descenso hacia el Valle de Lozoya, nos desperdigamos, el ritmo no lo ponen nuestras fuerzas, aunque algunos decidimos perder unos minutos y almorzar, junto alguna pequeña hoya, donde en verano aparece el agua. Pasamos por varias micro lagunas (Claveles) y zonas rocosas todas cubiertas del manto nival, como colgadas entre las cresta y el valle, sin apenas desnivel hasta el espolón, que baja del Peñalara y que nos separa del Circo, donde debemos iniciar un fuerte descenso hacia el rebosadero de la Laguna Grande que se salva por un pequeño puente de madera.
           Aparece el camino, dcha. hacia la vieja cuenca glaciar y los “Tubos”, por donde han subido nuestros compañeros, destacando el de la Ceja, e izda. el camino normal que nos deja en Cotos. Una primera travesía por cuerda de nivel, para meternos en el pinar y coger el camino normal de ascensión al Peñalara, ahora convertido en pista de esquí, por donde podemos ver algún esquiador de travesía, al mirador de la Gitana y los coches, no sin antes tomarnos unas merecidas birras, en el estratégico restaurante.
            Los comentarios se suceden en el Albergue, y después de la merecida ducha, la “tasca”, nos espera y la tertulia se acrecienta. Terminamos la jornada con la cena de hermandad, con nuestros amigos madrileños, otras veces nos han acompañado en nuestra serranía albaceteña, y ahora estamos en su terreno, regalándonos un libro de historia y rutas del Parque Natural del Peñalara.
Manuel Novés Parras

Mapa y perfil de la ruta "Altos del Encebrico"

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Estos son el mapa E 1:50.000 y el perfil correspondientes a la ruta que prevemos realizar el próximo sábado, día 26 de Mayo de 2012.
Se trata de un recorrido circular partiendo desde el Batán del Puerto y recorriendo las crestas de los altos al norte de la Sierra del Agua y el Calar de la Osera.


Ruta corta en Ayna, fin de campaña 2011-2012.

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Estos son el mapa E 1:25.000 y el perfil correspondientes a la ruta que prevemos realizar el próximo sábado, día 16 de Junio de 2012. Se trata de un recorrido circular partiendo desde Ayna, con un recorrido sencillo para que tengamos tiempo para disfrutar del río Mundo y comer juntos.


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